Momentos, instantes y mucho más

lunes, 5 de septiembre de 2016



Y es que el verano da para mucho, para momentos, instantes y para muchas historias. Algunas para dejar de dormir; da para risas, cotilleos, dimes y diretes, anécdotas tronchantes, otras desternillantes que hacen que indasec sea tu aliado; y para chismorreos de gente aburrida, muy aburrida; hasta de invenciones inverosímiles de gente enferma con una distorsionada visión de la realidad y como no para el critiqueo, deporte nacional que debería ser hasta olímpico.

Y no, este año no voy a hablar de los fenómenos playeros del empordà, y no porque no los haya porque van en aumento como los productos eco y están ya en todas partes y todo y que sigo pensando firmemente que los gps han hecho mucho daño no voy a ser tan mala que luego me dejan verde por las redes y me tachan de clasista todo y pensar exactamente lo mismo que yo pienso....pero os confesaré sólo que este año hemos podido ver a una pareja del tipo "MHYV"...no digo más.

Y tampoco voy a deciros que ha sido el verano de mi vida, porque no os voy a engañar…. no os puedo engañar, todo y ser un buen verano, en un entorno paradisiaco y privilegiado como lo es la Costa Brava Catalana, donde me lleno de energía, y de buenos momentos lo que se dice vacaciones, vacaciones pues como que no; ….como decía mi madre en sus años mozos….. cambiamos de cocina y de paisaje y poco más. 

Pensar en comidas, en cenas, en desayunos y meriendas. Que no falte de nada en casa y que cuando la “prole” abra la nevera se encuentre como por obra de magia con su refresco favorito. Ir a comprar a horas en las que felizmente harías la siesta o estarías aún en los brazos de morpheo y todo para no fastidiar la llegada a la playa y poder disfrutar de la fila zero. Camas, sábanas, toallas de baño, toallas de playa, bañadores, y arena…. Aspirador tira que te vas a diario porque yo no sé como “cajones” nos traemos tanta arena de la playa… vamos que si no aspiro la casa se convierte en un oasis. 

Y este verano especialmente adolescente a lo que a hormonas se refiere yo en más de una ocasión he tenido que colgar el cartel de completo para desayunar, comer, merendar, cenar y dormir; pero no un día noooo, que va…. Han sido unos diitas en los que de cuatro hemos pasado a ser cinco o seis y de mamadedos he pasado a ser mamadenosecuantos con todo lo que conlleva todo y que la premisa sea que donde comen cuatro comen cinco… tú ya me entiendes. Pero vamos que me río yo si sólo fuera esto…. porque las emociones este verano han estado a cual montaña rusa en casa, así que dejando de lado el “pensión mamadedos” nos hemos encontrado de repente y sin comerlo ni beberlo gestionando emociones que por edad ya deberían haberse trabajado, resolviendo conflictos y curando heridas del alma de un encanto de niña que decidió refugiarse con nosotros y que buscaba su paz.

Si es que no me cansaré de decirlo, debería ser hasta por ley que las madres tengamos al menos una semana de verdaderas vacaciones, vacaciones de esas de todo incluido; lucir una pulsera flúor con la mejor de nuestras sonrisas y con la única preocupación de decidir si spa o piscina, gin tonic o mojito…. 

Porque todo y ser una privilegiada; tener donde pasar el verano con las niñas más de 40 días, desconectar de la urbe, del curro, del blog y de las redes sociales yo aterrizo en Septiembre un tanto reventada pero con buen color de cara; con el típico constipado de finales de agosto y teniéndome que oír el “menudas vacaciones eh? Qué bien que vives!!!!.... Yo no se tú, pero yo quiero recuperar mi vida pero ya!!!!

No me tires de la lengua no me tires de la lengua que me enveneno. Tengamos la fiesta en paz. 

Bienvenido septiembre.

Mamadedos

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