Cuentos para sembrar la autoestima

miércoles, 29 de junio de 2016


Que nuestros hijos crezcan con una buena autoestima es una de las claves para evitar complejos además de hacerles fuertes ante cualquier ataque de su entorno y una de las herramientas que como padres podemos usar son los cuentos y los libros.


Hace unos días os preguntaba si sembrabas a diario la autoestima de nuestros pequeños porque realmente es importantísimo hacerlo y a veces como padres lo olvidamos o lo dejamos en un segundo plano.

Quizá la Autoestima, ese conjunto de percepciones, pensamientos y evaluaciones hacia uno mismo sea una de las cosas más complicadas de sembrar con nuestros pequeños; y no precisamente porque no sepamos sino que hay momentos en los que estamos tan y tan ofuscados en nuestro bienestar y en esa burbuja que yo llamo la zona de confort que olvidamos de sembrar esa autoestima que tanto necesitan nuestros hijos.

Hoy quiero compartir con vosotros unos cuentos que me han parecido geniales para precisamente sembrar esta autoestima en los más pequeños en el hogar, para que sean mucho más resistentes a las posibles agresiones que pueden sufrir en sus entornos de socialización.

Gato rojo, Gato azul

Gato rojo quiere ser tan inteligente como Gato azul. Gato azul sueña con ser tan ágil como Gato rojo. Pero ¿de qué color es la felicidad?


La historia de dos felinos no muy bien avenidos, que comienzan una aventura que les hará descubrir la importancia de ser uno mismo.

Y es que nuestros dos protagonistas tienen un deseo oculto que mantienen en secreto. Ni el gato rojo, ni el gato azul están muy contentos consigo mismos y deseaban ser como el otro. 

El Gato Azul quería ser tan ágil y rápido como el Gato Rojo y a su vez el Gato Rojo quería ser tan inteligente como Gato Azul. Este era el motivo de sus continuas peleas.



La aventura de nuestros amigos por querer ser como el otro les demostrará a ellos como a nosotros que no hay nada más genuino y único que nosotros mismos, y aceptarnos y querernos tal y como somos, con nuestros defectos, con nuestras virtudes pero sobre todo a intentar superarlas a través de ese otro gran descubrimiento que hacen nuestros protagonistas: la amistad.

Grisela


Un día Grisela se sintió muy triste,
tan triste como su piel gris.
«Tengo que hacer algo», pensó.
Cogió un bote de pintura roja y dijo:
-Si me pinto de un color alegre,
seguro que me pongo contenta...






La protagonista de esta historia es un ratoncita que se siente triste, tan triste como el color gris de su piel, y piensa que cambiando su aspecto se sentirá mejor, así que decide coger una brocha y ponerse manos a la obra. 

Pero el resultado no será lo que esperaba, pues cambiando su aspecto solo consiguió que los demás animales se burlaran de ella.

Entonces se metió en el agua y todos descubrieron lo bonito que era el gris de su piel... y entonces se sintió bien.

La importancia de ser uno mismo en estado puro.

Mamadedos

2 comentarios:

  1. Muchas gracias!! Este tipo de libros hacen falta en toda casa

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  2. Tomando nota. Tengo que ir a la librería en estos días. Muacs bella

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