La elección de la ropa y los niños

martes, 16 de febrero de 2016

Como madre de dos niñas creo que tengo mucho que decir en este tema de la elección de la ropa, modelitos y complementos a la hora de vestirlas, ir de compras o simplemente la elección del modelito que "toca" según la ocasión.




Y es que he pasado por todas las etapas habidas y por haber desde hace 16 años!!!... Recuerdo que la mayor no me ponía graves problemas al respecto. Me refiero a que en raras ocasiones se "quejaba" por el modelito de ropa escogido o la ropa que comprábamos cuando era pequeña. Eso si no podía soportar nada que llevase botones... y cuando me refiero nada era nada y si alguna vez le puse botones y eran de nácar le salían hasta ronchas.

Pasamos la fase de "Princess" en la que sólo quería ir con vestido, medias y zapatos esos i... pero creo que la inmensa mayoría de niñas pasan por esta fase entre los 3 y 5 años así que la menor importancia.


Luego su evolución lógica con la edad y ahora mismo a sus 16 años no le gusta ni ir de tiendas... no le gusta nada pero todo y así dos veces al año vamos juntas. Se viste muy sport con tejanos, camisetas y sudaderas varias y cómo no en muchas ocasiones recurre a mi armario si tiene que vestir más formal.... o simplemente le gusta alguna de mis prendas y a cual Prety Woman sin targeta se va de shooping a mi armario.

Pero ya te aviso que no es o normal.... con 16 años las adolescentes van de "primark" muchos viernes, se pasan muuuucho rato delante del armario a ver que se ponen y se cambian de 2 a 3 veces al día.....con el consiguiente quebradero de cabeza de la madre.

Yo respiro porque de una buena me he librado.

El caso de Gabi.... este ya es otro cantar. He aprendido que mejor ir de tiendas con ella... si si,... porque lo que ya de entrada no le gusta mejor no comprarlo porque se queda colgado con la etiqueta y no se lo pone jamás.

Hemos pasado la fase "princess" que fue como tremendo porque le duró mucho... bueno empezó pronto más bien y le duró lo que duró y a mi me pareció eterno... sólo quería vestidos y no quería ni oír hablar de pantalones, camisetas ni bambas. Era un quebradero de cabeza porque al cole (que en aquel entonces no había uniforme) era a media diaria!!!!!

Y de repente una transformación a todo lo contrario...leggins.... todo leggins y camisetas de manga "cortada" como decía ella; para luego pasar a pantalones, tejanos con camisetas y sudaderas y de ahí al chándal... si si como lo oyes que si por ella fuese todo el día iría en chándal y bambas!!!!!

Así que con Gabi negociamos según el día y la ocasión... pero eso no quita que haya momentos de berrinche ya que tenemos prisa, hemos de irnos y se le cruza que eso no se lo pone; pero esto ocurre en contadas ocasiones y la ventaja que tengo es que desde el año pasado va con uniforme al colegio y la verdad es que es una ventaja... las mañanas ya no son porculeras con el que me pongo.

Personalmente todos estos cambios o evolución en sus looks no son más que una búsqueda de identidad y es un proceso lógico por el que han de pasar y creo no debemos "frenarlos" ya que al fin y al cabo a través de la ropa y la elección de la misma (con límites lógicos claro) aumentan la confianza en si mismos, se hacen un poquito más responsables y mayores, afianzan la personalidad.

Creo firmemente que vistiendo como visten están auto expresando como son.

Mamadedos








2 comentarios:

  1. En mi caso mi peque desde que cumplió los dos años de viste sola y no quiere ayuda y la gente me decía que qué suerte tenía lo que no saben es que con esa misma edad empezó a decidir lo que se quería poner y lo que no y como le pusiera algo que no le gustara a la que me despistaba ya se había cambiado.
    Así que ya no compro nada que no le parezca bien y pactamos la ropa. Eso con tres años!! No quiero ni pensar lo que me espera con la adolescencia.

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  2. Mi bichilla aún no decide nada, pero si por ella fuera se lanzaría a la calle con las tetis fuera, que es lo único que quiere mirarse a cada momento en el espejo. Y de mí, dice mi madre que incluso ya en el colegio, me dejaba preparada la ropa que me tenía que poner y yo la cambiaba por la que me daba la gana. De momento no parece que la mía quiera seguir mis pasos.

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