Inteligencia emocional

jueves, 27 de noviembre de 2014


"Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación"


Hace unos días en mi Contagiando Libros os hablaba del libro por excelencia en cualquier casa con niños, El EMOCIONARIO, un libro que explica a la perfección cuarenta y dos estados emocionales para que nuestros hijos y nosotros mismos aprendamos a identificarlos y poder expresar con palabras lo que sentimos.

Me llamó una amiga que había leído el post por la mañana y por la tarde había salido rauda y veloz a comprar el libro, el cual ojeó y me llamó: 

-Gracias Bea..... me ha encantado y es que nunca me hubiese pensado que debería enseñar a mi hijo a reconocer las emociones para saber posteriormente gestionarlas.... Y surgió la conversación.

Pero realmente sabemos ¿qué es la Inteligencia emocional? ¿Qué son las emociones?




Las emociones son un sistema de alarma que nos informa sobre qué nos gusta o qué funciona mal a nuestro alrededor con la finalidad de realizar cambios en nuestras vidas.

Saber manejar las emociones también tiene relación con la seguridad que debe estar presente en situaciones como un examen o una entrevista en las que los nervios pueden “borrar de nuestra mente” todo lo que sabemos.

Dicho esto es primordial saber enseñar, inculcar todo esto a nuestros hijos. Así que hemos de saber estimularla desde edad temprana.

¿Cómo estimular la inteligencia emocional?
Ni que decir tiene que primordialmente la transmitimos con el ejemplo, como casi todo,  y con  la imitación de actitudes emocionales positivas. 

Desde bebés hemos de acariciarlos, demostrarles nuestro amor por lo que el porteo y el colecho son favorecedores. El contacto físico y visual es indispensable y aunque te parezca una tontada... mientras son bebés si la mamá o el papá llevan gafas se recomienda en estos momentos sacarlas porque supone una barrera. 

Hemos de ayudarles a reconocer y expresar sus emociones, aquí entra en juego El EMOCIONARIO ya que les hemos de ayudar a poner etiqueta a cada sentimiento y la verdad es que es un libro muy completo para identificarlas.

Ahora algo que nos cuesta por el simple hecho de ser padres y ese instinto de protección, que no sobreprotección. La sobreprotección lo único que favorece es la poca autoestima, deteriora la confianza en si mismo y le producirá una gran inseguridad cuando crezca.

Hemos de enseñar a los niños a que tomen decisiones por si mismos, pequeñas decisiones, claro está y gran parte de la independencia cuenta con que el,pequeño sepa hacerse responsable de sus emociones y de su felicidad sin depender de nosotros los papis para sentirse bien.... Ardúa tarea esta de la"ciertaindependencia" porque siempre los vemos y hacemos pequeños.

Una cosa hemos de tener clara en este proceso de aprendizaje..... Hemos de validar siempre sus sentimientos, no negarlos ni ponerlos en duda o cuestionarlos. Me refiero a que si está enfadado siempre es mejor preguntar el porque se siente así, que no decirle que no se debe enfadar. Es tan simple como que involucrándonos como padres les ayudamos a manejarlos y no a reprimirlos. 




Y todo ello sin bajar la guardia de la disciplina, no la militar, la del amor..... Que eso a veces es muy pero que muy difícil. Poner límites en la família y en el hogar hace que los pequeños entiendan que lo más importante en las relaciones interpersonales es el respeto y que en casa como en la vida hay unas normas básicas de convivencia aue son insaltables.

Para acabar estos consejos de manual, y que hemos de poner en práctica para un éxito en las habilidades sociales de nuestros hijos, habilidades co o el reconocimiento de los sentimientos propios, el control de las emociones, la automotivación y la empatía no he os de olvidar el refuerzo positivo en sus logros, por pequeños que sean. Los hemos de reconocer su capacidad e inteligencia para que cuando tropiecen sepan y tengan una alta tolerancia y no se sientan fracasar.

Cuando hablamos de inteligencia emocional nos referimos a un conjunto de habilidades que nos permitirán relacionarnos mejor con nuestro entorno. Este conjunto de habilidades incluye el reconocimiento de los propios sentimientos, el control de las emociones, la automotivación, la empatía y la habilidad social.

Me quedo con dos frases, una de Rafael Bisquerra y otra de Daniel Goleman, frases que deberían estar escritas en algún lado de la casa para recordarlas siempre:

“La educación emocional va más allá de educar con afecto. Es plantear las emociones sentimientos en términos de valor" 

"Cuanto más abiertos estemos hacia nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer el de los demás" 



Mamadedos

1 comentario:

  1. La educación emocional es muy importante y se debe ayudar a los niños a tener conciencia de sus emociones. Me alegra profundamente que ahora haya seminarios dedicados a ello, y hasta una asignatura en los colegios, que comienzan a darlo ya.
    Conocer y controlar las emociones, o no controlarlas sino saber cuál "emplear" en un momento determinado, no sólo los hace más felices, sino también más autónomos y seguros de sí mismos.

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